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Las vistas desde los restaurantes costeros de Galicia son palabras mayores: comemos frente al impresionante Atlántico. Desde La Taberna de Rotilio (1 Sol Repsol), en Sanxenxo, podemos ver y respirar el aroma oceánico mientras disfrutamos de un recetario a base de marisco fresco y exquisitas empanadas. En Baiona, desde el restaurante Rocamar, no solo vemos el mar sino también las impresionantes Islas Cíes. Entre sus especialidades se encuentran los mariscos de las Rías Gallegas, bogavante con arroz, caldeirada de pescado o lubina a la sal.
El restaurante Real Balneario (dos Soles Repsol) está considerado como uno de los mejores de Asturias, no solo por su cocina clásica, con platos como la famosa lubina al champán o el exquisito bogavante del Cantábrico a la parrilla, sino también por su ubicación, en plena playa de las Salinas. La terraza se abre solo en el turno de cena por lo que la panorámica nos reserva el encanto especial de ver el mar a la luz de la luna.
¿Mar o montaña? Da igual cuál sea nuestra preferencia porque desde el restaurante Torre d'Alta Mar, en Barcelona, podemos contemplar ambas opciones. Está ubicadoa 75 metros de altura y desde ahí podemos ver la Ciudad Condal como nunca antes. Mientras contemplamos el Mediterráneo, podemos saborear uno de sus platos estrella, el foie a la sal con flores. Uno de los restaurantes más laureados del país, elSant Pau de Carme Ruscalleda (tres Soles Repsol en Sant Pol del Mar), también nos regala grandes vistas del Mediterráneo desde una antigua casa señorial del siglo XIX. El calamar a la plancha con tinta, tres pimientos y hoja de pimentero o el arroz de paloma torcaz con anémonas son algunas de las recetas que podemos probar aquí.
Hay pocos lugares desde los que contemplar mejor la playa de El Sardinero, en Santander, que desde el restaurante Marea Alta. Es muy recomendable decantarse aquí por su menú bistró que incluye platos como los chipirones emparrillados o el bacalao en salsa de cebollino. El establecimiento pertenece al hotel Silken Río Santander, por lo que si queremos hacer la jugada redonda, podemos incluso amanecer con vistas al mar Cantábrico.
Karlos Arguiñano (un Sol Repsol), uno de los cocineros más famosos de nuestro país, ha elegido una ubicación de película para su restaurante, desde el que conseguimos unas vistas espectaculares de la playa de Zarautz. Aquí podemos degustar platos elaborados con productos de temporada que unen acertadamente la línea tradicional con la innovación de la prestigiosa cocina vasca. Aunque no está en primera línea de playa, desde el restaurante Akelarre (tres Soles Repsol), dePedro Subijana, también conseguimos unas vistas increíbles del Cantábrico. Un trabajo concienzudo y su pasión culinaria han dado como resultado la excelente carta de este restaurante que, sumada a una excelente bodega, hace las delicias de cualquier comensal.
El restaurante Voramar, en Castelló, es conocido por su distinguida cocina al igual que por las magníficas vistas que enmarcan sus amplios ventanales. Arroces, pescados y crema catalana son sus especialidades. En definitiva, comida marinera y artesanal sin complicaciones frente al mar. Alacant es el reino de los arroces y el restaurante Dársena los ofrece todos, o casi. Su carta posee hasta 16 recetas de arroz diferentes (secos, melosos, caldosos y de temporada) con el valor añadido de disfrutar de unas vistas excelentes al puerto, a la ciudad y al castillo de Santa Bárbara. Es toda una institución en la ciudad presente desde hace casi medio siglo.
Si buscamos restaurantes con vistas al mar, por supuesto, debemos hacer una parada en nuestras islas. A media hora en coche desde Eivissa ciudad, por ejemplo, tenemos Es Xarcu (dos Soles Repsol), situado en una cala de ensueño. Comer alguno de los pescados frescos que nos ofrecen desde esta terraza a la orilla del mar, es un verdadero lujo. En Portocolm (Mallorca) encontramos Sa Llotja, un lugar ideal para degustar una clásica caldereta de pescado con vistas al puerto.