Ponches muy hot: Receta clásica y el tradicional 'mulled wine'
El ponche vuelve a estar de moda, ¡prepáralo en casa!
Dificultad
Fácil
Preparación
5’
Cocción
30’
Dificultad
Fácil
Preparación
5’
Cocción
30’
El ponche es una bebida que aquí o nos recuerda a guateque o bien asociamos con los bailes de graduación de las películas americanas. Sin embargo, el ponche es en realidad una de las mezclas más antiguas de la humanidad. Ya en Roma se maceraba el vino con especias, miel y frutas para ayudar a hacerlo más bebible (hace 2.000 años el vino no era un Viña Tondonia, precisamente). Su origen, como el de casi todas las bebidas mezcladas, no está claro, pero la primera vez que aparece denominado como tal es en 1638 por el aventurero alemán Johan Albert de Mandelslo.
En las culturas del centro y norte de Europa el ponche en su formato bebida caliente no ha perdido vigencia, y hoy en día es el trago que reina en los mercados navideños y en las fiestas y celebraciones durante el invierno. Las culturas anglosajonas, por su parte, son muy entusiastas del ponche desde que se convirtió en una de las bebidas más populares entre la aristocracia británica y también entre los colonos americanos durante los siglos XVIII y XIX. Y aquí también tenemos nuestro ponche estrella y no es otro que la sangría.
Pero, ¿a qué llamamos ponche? El ponche es, básicamente, un alcohol macerado o infusionado con diferentes ingredientes. Y en su naturaleza lleva la marca de la época de las grandes travesías mercantiles, ya que en sus inicios solía combinar unos cinco ingredientes llegados de los viajes marcopolianos (alcohol, agua, cítricos, endulzante y especias). A finales del siglo XVII se incorporó también el té. En cuanto al alcohol utilizado, puede ser de todo tipo, desde brandies y whiskies a vinos o champagne. A partir de aquí, como se suele decir, las posibilidades son infinitas, aunque hay algunas "reglas" (o más bien consejos) que ayudan al éxito: el té negro casa bien con destilados envejecidos como el ron, el coñac o el whisky, mientras que los tés verdes y herbales combinan mejor con otros como el vodka o la ginebra.
Ponches hay muchos, muchísimos, y algunos son muy característicos de una zona del mundo o de una época concreta del año. En Estados Unidos existen infinidad de variaciones, aunque uno de los más populares es el ponche de huevo o eggnog, a base de huevo, azúcar y leche y que se toma principalmente en Navidad. A mediados del siglo XIX el ponche empezó a perder popularidad por varias razones, como por ejemplo que aparecieron bebidas destiladas mucho más sofisticadas y que, por tanto, no tenían por qué ser disimuladas con cítricos y especias, o que con el advenimiento de la industrialización llegó también la urgencia incluso en el beber, y un trago preparado al momento era mucho más útil que todo el ritual que conlleva preparar un ponche.
Pero como todo "vuelve a volver", el ponche navideño está viviendo un resurgimiento en todo el mundo, principalmente en Estados Unidos. Para que tú también estés a la última, te traemos dos recetas universales, el ponche clásico (que se toma frío) y el mulled wine, que data de la época romana y que hoy en día es un clásico de las fiestas navideñas en Centroeuropa.
NOTA: También se puede preparar con cualquier otro té y cualquier destilado.
NOTA: A base de vino caliente, su versión nórdica se llama Glögg y es el rey de las fiestas navideñas.