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Sí, ya lo sé. La comida es súper sencilla, los manteles, de papel, los vasos, gordos y los baños, mejor no ir. Pero es el mejor lugar de este barrio. Fundamentalmente porque en sus paredes ya añejas se guarda con mimo la historia de Madrid. Aquí acudes a comerte la añoranza mientras sorbes una tacita de sopa de ajo, picoteas unas croquetas y mordisqueas la tradición con sabor a higaditos encebollados.
Entonces recuerdas que en 1890 un tal Francisco Gómez y Jacinto Pinto abrieron las puertas de lo que fue un despacho de vinos al que los intelectuales de la zona acudía a beber aguardientes, licores hechos en casa y el vino... de Valdepeñas. Las noches en las que el hijo del dueño, Vicente Gómez, se sentía con ganas hacía sonar la guitarra flamenca bajo la mirada agradecida de los comensales. Pasó el tiempo y en los 50 se convirtió en casa de comidas.
Hoy, si se atraviesa ese portón de madera y hierro viejo, se para el tiempo mientras los vasos se refrescan en una pila de zinc, las mesas cojean al ritmo que marca la cuchara del comensal y en la sala anota las comandas Ángel, cuarta generación de la familia. Lo del "comunista" ¿quién sabe? Se rumorea que años atrás los más habituales eran afiliados al PSOE. Sin duda, el mejor lugar para reconciliarse con la cocina tradicional sencillísima de nuestro país.
LA TIENDA DE VINOS EL COMUNISTA - Calle Augusto Figueroa, 35. Madrid. Tel. 915 21 70 12.
Cuando me enteré de que el empresario cántabro Carlos Zamora, con el que comparto años de profesión gastronómica, había adquirido la antigua casa de comidas 'La Carmencita' supe que el barrio seguiría manteniendo su emblemática casa de comidas. Y aún más, ha mejorado su carta (no me pierdo las rabas), refinado el servicio y respetado la estructura del local.
Siempre está lleno, y con razón, así que si queréis un poco de guiso tradicional, ¡reservad! Ah, no hay que perderse la selección de vermús que tiene la casa y los arroces ¡muy ricos!
TABERNA CARMENCITA - Calle Libertad, 16. Madrid. Tel. 915 31 09 11.
Soy una enamorada de la cocina de Iñaki y Unai Camba. Padre e hijo mantienen año tras año su filosofía de comer bien rindiendo homenaje al producto de temporada. El local se ha renovado hace un par de años y la carta ha añadido una mirada más actual al recetario tradicional. Un recetario creado por el que es uno de los mejores cocineros tradicionales de Madrid, Iñaki Camba.
Posiblemente, uno de los grandes atractivos es esa sala atendida por el propio Iñaki, ataviado con su traje de chef y su gorro alto, sentándose junto al comensal y lanzándole la primera pregunta: ¿Qué tenéis: hambre, apetito o ganas? Y tras la declaración estomacal del comensal, Iñaki comienza a catar la comanda como se hacía antaño... proponiendo primero materia prima y después elaboración. ¡Sorprendente!
Cuando reservo mesa en 'Arce' me dejo llevar pero si lo encuentro en carta me refugio en las alcachofas, cuando son temporada, en esa raya a la mantequilla que se marca Unai en cocina cuando el mar le concede la excelencia del producto o ese nido de mollejas y cigalitas sobre salsa bearnesa que me vuelve loca. La carta de vinos, amplia y excelente. El lugar, idóneo para una cita, una quedada o para ser muy feliz comiendo francamente bien.
ARCE - Calle Augusto Figueroa, 32. Madrid. Tel. 915 22 04 40.
Quien desee comerse una fabada de diez, este es su sitio. Dentro del Centro Asturiano de Madrid, el restaurante, absolutamente tradicional con ciertos toques de comedor de escuela, sirve en sus sencillas mesas una fabada que cada año recibe el premio de 'la mejor de Madrid'
¡Sin duda! Al frente de los fogones se encuentra una mujer, Adela Besteiro, quien defiende una carta cien por cien asturiana y tradicional, elaborada con una excelente materia prima. Sí, me quedo con la fabada pero también con el pote asturiano y los escalopines. En otra planta diferente a la del restaurante se encuentra la sidrería, ideal para tapear al estilo astur.
CASA HORTENSIA - Calle Farmacia, 2. Madrid. Tel. 915 39 00 90.
Dos Soles Repsol y dos estrellas Michelin. Un restaurante con aires de almacén neoyorquino de vigas de hierro y paredes de ladrillo. Una cocina personalísima, la de Diego Guerrero, y una forma de comer en menús largos y conceptuales.
Se necesita reservar con muchísima antelación y, si lo consigues, tener tiempo para vivir la experiencia. He acudido a este restaurante en varias ocasiones siempre buscando la exaltación del paladar y siempre encontrando la corrección. Si eres de los que gusta de paladear soles, ¡inténtalo!
DSTAgE - Calle Regueros, 8. Madrid. Tel. 917 02 15 86.
Si hay algo que a David Villalón le gratifica hacer cada día en 'Angelita' eso es sorprender a través del vino, llenar de "notas de color" los platos que salen de cocina. "Hay clientes que en una comida han tenido la oportunidad de probar hasta siete vinos diferentes sin salir perjudicados", cuenta el madrileño, que junto a su hermano Mario, dirige el negocio.
Una pizarra con 35 formas de decir vino en diferentes idiomas; los estantes de detrás de la barra llenos de botellas vacías que un día fueron "gloriosas"; o esa idea, que le ronda en la cabeza, de pintar las puertas con el nombre de las referencias que sirve en copa marcan ese profundo amor por el vino que David heredó de su padre.
Desde la cocina llega la otra parte fundamental de este negocio: la comida. El pisto es uno de esos platos que David intenta mantener siempre en la carta de 'Angelita'. Probarlo supone darle un jugoso bocado a la huerta zamorana. Todas las verduras que utiliza el madrileño en su cocina proceden del huerto ecológico que cultivan sus padres en el pequeño pueblo de Litos. blini de rillet de salmón y huevas de maluca, cordero lechal, cerdo o merluza… A partir de aquí, todo lo que pidamos será un acierto.
ANGELITA - Calle Reina, 4. Madrid. Tel: 915 21 66 78
Ocupa el bellísimo local de lo que fue el 'Café Oliver': un esquinazo con aires de restaurante parisino, repleto de luz natural y decorado con mucho estilo. Lleva poco en el barrio pero su apuesta es tentadora para los días que te apetece comer bien y no volverte loco con el precio. Tengo que decir que una de las cosas que más me gustan es esa mantequilla casera que te ponen al principio ¡peligro!
Mientras untas rebanadas de pan de ese pecado, ves que su carta no es solo de crudos sino que aquí lo que se viene a comer es buen producto y sencillas elaboraciones, muchas incorporaciones de cocinas de otros mundos, como la peruana, y platos condimentados con buenas salsas. Lo que yo busco aquí es su steak tartar, el tiradito de pez limón y esos huevos de corral hechos a baja temperatura y servidos con foie y patatas. ¡Soy una clásica!
CANNIBAL RAW BAR - Calle Almirante, 12. Madrid. Tel. 910 26 87 94.
Es uno de esos restaurantes con aires de bistrot francés donde lo que se cuece es el producto de temporada de máxima calidad acompañado de una de las buenas bodegas de este barrio. Cuando uno desea comer una cocina tradicional renovada en un ambiente tranquilo y muy agradable ¡este es el lugar! El mercado manda, por eso su carta es siempre una sorpresa y una apuesta segura. Un añadido más, si cabe, a su favor: tiene un excelente café para cerrar las sobremesas.
LA BUENA VIDA - Calle Conde de Xiquena, 8. Madrid. Tel. 91 531 3149.
Comenzaron con una barra y unas pocas mesas en el local de al lado en la misma calle y al poco tiempo decidieron ampliar espacio y abrir su cocina a un sencillo comedor donde la apuesta es comer bien. Se acude a comer arroces, que realmente lo hacen estupendamente, pero yo me quedo con la fideuá. Son muy ricas las croquetas y el pulpo con espuma de patata. Un lugar estupendo para una comidita de fin de semana ¡súper tranqui!
GASTROMAQUIA - Calle Pelayo, 6. Madrid. Tel. 915 22 64 13.
Comenzaron en Chueca con 'El Buo', justo enfrente, y el éxito de servir raciones gigantes y además ricas hizo que se plantearan coger el local al otro lado de la acera, donde montaron "la parejita". Acudo a este restaurante súper popular y algo ruidoso en busca de un plato que creo que es de lo mejor del barrio: la oreja a la plancha. Como segunda gran estrella, para mí, sus patorras fritas. El personal de sala, súper majo y atento y la comida, lo dicho, para compartir porque las raciones son muy grandes.
LA BUHA - Calle Gravina, 6. Madrid. Tel. 915 21 74 98.